Te pienso esta tardesutil y armonioso,
como la naturaleza;
te descubro sumergido
en la profundidad
de las pupilas añosas,
son las imágenes del ayer,
se vuelan con los sueños
antiguos y perennes.
Tu figura se amarillea,
se tiñe de amaneceres,
se pierde entre las sombras
entre fantasmales sonidos
como la mágica profecía
anunciando la llegada
de emociones desconocidas.
Y son esos pájaros de niebla
volando en círculos concéntricos,
buscan la ruta perdida
por un inhóspito sendero.
Las huellas van hacia el norte,
la luz de una luna creciente
marca nuevas sendas
ancladas en sueños inconclusos,
se confunde el corazón
palpitando nuevas esperanzas.
La mirada se pierde
en un profundo infinito,
un oscuro perfil
se diluye mansamente
como las olas marinas
sobre la fina arena.
La mano del tiempo
sostiene el porvenir,
las palabras se cuelan
entre los ventanales
casi como un suspiro,
temen despertar la inocencia
escondida en los rincones
de un arcaico presente.
Y precisamente, esta tarde,
te pienso sutil y armonioso
como la naturaleza.
